viernes, 27 de marzo de 2009

RESURRECCION / PONERSE DE PIE!

Una mañana tocaron la puerta: la linda Awa de 8 años, sentada como princesa en su burro, Fatime su mamá con sus muchos fetiches y adornos, y Ángel Guardián… el catequista que le hace honor a su nombre. El papá de Awa le pidió que fuera el intérprete y mensajero –“dígame las cosas como si yo fuera el papá”- y me mostró la credencial de ciudadano chadiano de Issa Mohamed. Querían que Awa pudiera ponerse de pie y caminar. Les expliqué que necesitaría una operación para enderezar sus piernas, luego hacerle un soporte ya que tienen atrofiados los músculos por lo que sus piernas no podrán sostenerla, pero ayudada por unas muletas ella aprendera a desplazarse… se pondrá de pie y caminarà. A Awa (Eva en árabe) le dio poliomielitis cuando tenía un año… las 2 gotitas de la vacuna que la librarían de tan terrible padecimiento no llegaron a su boca por alguna razón,… tal vez porque sus papás son nómadas… o porque no sabían, o porque no quisieron… me explico: a veces por más cuidado que se tenga y estrategia que se siga para que “todos” los niños del Chad sean vacunados, siempre hay quien no lo hace, no hay etnia o grupo que se libre de eso… algunas razones: unos porque estaban en desplazamiento, como la caravana Mbororo de Awa; otros por ignorancia porque tienen la creencia que después de la vacuna el niño morirá… o que los debilitará…( a veces el niño reacciona y tiene fiebre… y bueno, los cuidados caseros empeoran la situación) y los papás se ven en apuros económicos para curarlos en el dispensario. Así que por increíble que parezca el día de la vacunación siempre hay quien esconde sus hijos en el campo. Hace unos años me tocó perseguir a unos papás, intenté persuadirlos…. de lejos…. ya que me amenazaban con un cuchillo… tuvimos que ir por el Jefe de la aldea y después de una regañada junto a la amenaza de cárcel para el papá, vacunamos a sus 3 chiquitines… Siempre se viven de esas historias en cada campaña de vacunación, al año resultan ser 5 o más… y lamentablemente siempre sigue habiendo casos de polio.
El domingo pasado vino el papá de Awa… otra vez con el Ángel Guardián y con el dinero para la operación… como su mujer, traía en el cuello cantidad de fetiches de protección contra los malos espíritus… acordamos ir a finales de marzo a Moundou para que consulten a Awa en el Centro “Notre Dame de Paix” del P. Michel Guimbeau y separar su lugar para la Misión Quirúrgica de mayo, cuando vengan los ortopedistas voluntarios de Francia y España. Awa tiene suerte, su papá es ganadero y con una vaca que venda basta y sobra para cubrir la operación y lo que implica la reeducación… pero conozco otras pequeñas “Awa”, deseosas tambiên de ponerse de pie, su situación es dura, a penas si tienen para comer:
Leonie que quiere ser maestra
y Jacqueline que quiere ser enfermera…
las dos tiene 8 años y se desplazan gateando en la arena, sus historias son dolorosas como su enfermedad… Solicité ayuda hace año a la Fundación Liliana para sus operaciones y para sostener su escuela primaria, para ellas y para otros 10 niños… aún no me responden, tienen muchas demandas de otros países… pero tengo fe que este año respondan favorablemente. InshAllaojalá que para mi maestra y mi enfermera… y para tantos otros niños, que son nuestros!… que son de todos! … estos nuestros niños que tienen un momento de alivio en sus sueños (escapando a la dureza de su vida)… Ojalá que haya respuesta!
Ojalà que quien lea ésto no dude en hacer “algo” para darle color a la vida de alguien que sufre y que tuvo menos suerte que nosotros... que seamos PROVIDENCIA DE DIOS, capaces de compartir el amor de Dios a través de la solidaridad… que es uno de los destellos que hacen màs palpable la Resurrección de Cristo HOY!
La gloria de Dios es que el hombre viva
y se ponga de pie…
(cfr. San Ireneo)
FELICES PASCUAS DE RESURRECCION A TODOS!
Un gran abrazo, Paula =).

sábado, 14 de marzo de 2009

CUARESMA EN EL CHAD

Para contarles como viven la cuaresma los Cristianos en el Chad, encontré este artículo rico en detalles y en fidelidad a la realidad del P. Ismael Piñon, misionero comboniano que trabajó en el Chad y que ahora es el actual director de la Revista de animación misionera de España “Mundo Negro”. Tuve la suerte de compartir con él en unas reuniones de la Comisión Diocesana de Medios de Comunicación y es un padre A TODO DAR. Espero les guste Paula =)
Chad:
Camino hacia la Pascua. "... Os llevaré al desierto" por P. Ismael Piñón,“Mundo Negro” No 527 Marzo 2008
Cada año, los cristianos de Chad dejan sus casas y sus poblados y se adentran en la sabana para hacer su retiro de Cuaresma, un encuentro que marcará todo el año y al que se sienten muy apegados. No en vano es el acontecimiento por excelencia en la vida de las comunidades cristianas. Cuando llega la Cuaresma, algo bulle en las comunidades cristianas de Chad. Cada año, por estas fechas, los cristianos se van a la “brousse” (el bosque) para pasar tres días meditando, orando y buscando caminos nuevos de vida renovada, para preparar así la gran fiesta de la Pascua. Sin duda este año van a ser diferentes. La guerra y los acontecimientos de Yamena a primeros de febrero marcarán las catequesis, las reuniones y los momentos de oración. No será necesario evocar situaciones de muerte, porque la muerte y la sinrazón están presentes casi a diario en la vida de los chadianos. Si la situación lo permite –no sería la primera vez que se suspenden a causa de la inseguridad–, pasarán tres días en mitad de la sabana, a solas con Dios, haciendo memoria del largo peregrinaje de Israel a través del desierto.
Una larga preparación
Ya en el mes de septiembre, cuando se hace la planificación del curso, la comisión diocesana de catequesis empieza a moverse. Lo primero que hay que buscar es el tema. Un año es el compromiso con la acción social; otro, la reconciliación y la convivencia; otro, la autofinanciación. Siempre se busca un contenido que vaya acorde con la realidad que están viviendo la diócesis y las comunidades eclesiales de base en ese momento. Una vez escogido el tema, la comisión se pone manos a la obra: textos bíblicos, testimonios, catequesis, dinámicas de grupos… Lo importante es que el contenido pueda llegar a todos, ya sean mayores, jóvenes, adultos o niños. Después vendrá la ardua tarea de traducir todos los textos a la lengua local, porque si algo es fundamental en Chad es la lengua. La mayoría de los retiros se realizan en zonas rurales, donde buena parte de los cristianos no conocen el francés, la lengua oficial. Gracias a la ayuda de un equipo de traductores locales, con largos años de experiencia en la materia y una buena formación catequética y pastoral, todos los textos estarán traducidos a tiempo para que puedan ser leídos y preparados en cada parroquia. Una vez que los textos llegan a las parroquias, los respectivos equipos pastorales convocan a los catequistas que se encargarán de animar los tres días de retiro y se hace, literalmente, el retiro con ellos. Es la mejor manera de que se metan de lleno en el tema, que lo asimilen al máximo para luego poderlo transmitir a los destinatarios. Son tres días de preparación intensa, en los que se mira hasta el más mínimo detalle. Como los retiros se realizarán en zonas alejadas de los poblados, en plena sabana, hay que pensar en todo: quién va a preparar la comida, quién irá a buscar el agua, cómo serán las celebraciones litúrgicas de cada día y muchas otras cosas prácticas, como el lugar de los encuentros o dónde se va a colocar la capilla improvisada para los momentos de oración. El último día de la preparación se hace un calendario. Puesto que las parroquias están divididas en varios sectores de unos diez poblados o comunidades cada uno, es importante que cada sector pueda tener su propio retiro. Se suele hacer un sector cada semana, aunque en algunas parroquias en que el número de sectores es muy elevado no queda más remedio que hacer dos.
En Chad, la Cuaresma y la Pascua coinciden con la estación más calurosa, justo antes de que comiencen las lluvias, cuando el aire húmedo y el bochorno tormentoso son más duros de soportar. Es cuando más sufre el misionero, pero también cuando más feliz y lleno de vida se siente, porque es una experiencia rica, intensa, llena de la Palabra de Dios y del compartir con la gente lo más profundo de sus vivencias y de su fe.
Cuando llega el día fijado, todos los cristianos se dan cita en el lugar marcado para el retiro. Normalmente suele ser al pie de un gran árbol, alejado varios kilómetros de cualquier poblado o zona habitada y siempre cerca de un río o un pozo. El agua es fundamental. Van a ser tres días alejados de todo, en plena sabana, durmiendo en el suelo con un impresionante cielo estrellado como único techo. Es una dinámica que les dice mucho, por lo iniciático, por la salida al bosque, el estar “fuera”, como la salida de Jesús al desierto.
A medida que el sol se va tornando de un rojo fuego va llegando la gente. Es un goteo constante que continúa incluso cuando el sol ya se ha puesto. Algunos caminan varios kilómetros para ir al lugar fijado. Llegan cansados, se lavan los pies, comen algo y se tumban en sus esteras para descansar del largo camino realizado. Al amanecer empezará el retiro, acontecimiento que muchos de ellos llevan esperando desde que se terminó el del año anterior.
Tres días intensos
Cuando apenas empieza a verse el resplandor del amanecer en el horizonte, los cristianos empiezan a levantarse. Lo primero que hacen es saludarse unos a otros, porque la noche anterior no pudieron verse. Ya han llegado todos, incluso la vieja Elena, una anciana ciega y coja que, a pesar de faltarle una pierna, todos los años recorre los dos kilómetros que hay desde su vieja choza hasta el lugar del retiro. Suele llegar tarde, cuando ya ha anochecido. Aunque la noche no es obstáculo para ella, porque sus ojos viven en constante oscuridad, caminar por la sabana con una sola pierna no es fácil. Es la primera en levantarse por la mañana y lo primero que hace es ir a saludar al sacerdote: “Bom, m’isi ne; Mbay to maji” (Padre, ya estoy aquí; Dios es bueno). Mientas tanto, algunos catequistas han preparado ya un pequeño rincón con pajas trenzadas que servirá de capilla improvisada, donde se colocará un pequeño copón bien cerrado conteniendo el Santísimo. Desde ese momento, el Señor estará en medio del campamento, acompañando a la gente como lo hizo con el pueblo de Israel durante su travesía por el desierto.
Tras la oración matinal y un vaso de té a modo de desayuno, comienza la jornada. El catequista va desgranando poco a poco los contenidos de la catequesis preparados en la parroquia. Habla siempre en lengua local. Pregunta, la gente responde, se dialoga, y de vez en cuando piden al Padre o a la Hermana que aclare algunos puntos. La primera catequesis consiste en hacer ver a los cristianos la necesidad de compaginar fe y vida, de hacerles comprender que el Evangelio no es un conjunto de ideas, sino una serie de valores que deben empujarnos a transformar nuestra vida, allí donde estemos. Durante las primeras catequesis del retiro, se trata de ayudar a la gente para que descubra cuáles son las cosas que no funcionan en la comunidad, en el barrio, en el poblado o en la parroquia. “Nuestros niños enferman a menudo de diarrea y no tenemos dinero para llevarlos al dispensario”, afirma una madre. “¿Y por qué se enferma?”, pregunta el catequista. “¿No será porque el agua de tu pozo está sucia?”. Un hombre levanta la mano y pide la palabra. Se lleva mal con su vecino porque un día sus cabras entraron en el campo de mijo que había sembrado con mucho esfuerzo. Desde entonces no se hablan y él no se siente feliz. Da la casualidad de que el vecino está también en el retiro y corrobora la historia afirmando que él no puede estar todo el día pendiente de sus cabras. “Vamos a leer la Biblia, propone el catequista, a lo mejor la Palabra de Dios nos puede ayudar a encontrar una solución”. Se leen algunos textos bíblicos y luego se da un tiempo para que cada uno se busque un rincón apartado y pueda tener un rato “a solas” con Dios y consigo mismo. Como estamos en plena sabana, no hay problemas de espacio, salvo el de encontrar un árbol o arbusto que ofrezca un poco de sombra. El pequeño rato de oración individual va siempre seguido de un momento de oración en común, en el que cada uno presenta con libertad y espontaneidad su oración al Señor. Tras la oración, una breve pausa y pasamos a la segunda catequesis. Después, la comida, un pequeño reposo que algunos aprovechan para darse un baño en el río y, por la tarde, la misma dinámica: catequesis, oración personal, oración en común. Así se pasa el primer día.
La segunda jornada sigue la misma dinámica, pero dando un paso más. “Hemos visto nuestra realidad, nuestros problemas, empieza diciendo el catequista. También hemos escuchado la Palabra de Dios que nos ha iluminado y orientado. Hoy tenemos que dar nosotros una respuesta”. ¿Qué podemos hacer? ¿A qué nos comprometemos para que nuestra fe cristiana tenga realmente repercusiones en nuestra vida cotidiana? ¿Qué nos está pidiendo el Señor? Éstas u otras preguntas se ponen por escrito para que cada comunidad eclesial de base las responda desde su propia realidad. Tras la oración personal y comunitaria, cada comunidad eclesial de base se retira a un lugar tranquilo para buscar una respuesta. Cada grupo debe regresar con un compromiso que será puesto por escrito para ser llevado a cabo durante el año. Al llegar la noche, todo se transforma. En torno al altar, sobre el que está expuesto el Señor flanqueado por dos lámparas de petróleo, la gente se postra para hacer su adoración. El cielo estrellado y el silencio de la sabana, alumbrados tenuemente por la luz de las lámparas, crean un ambiente hermoso, íntimo, en el que uno apenas puede ver al que está a su lado, pero se siente en presencia de Dios y de la comunidad. Es uno de los momentos más intensos del retiro. Alguna mujer entona suavemente un canto que los demás siguen, también de forma suave, como para decirle a Dios, sin molestarlo, que su pueblo está a sus pies, que le quiere rendir homenaje y ponerse en sus manos. Surgen espontáneamente oraciones por la paz, pidiendo perdón, de alabanza, de acción de gracias… Cada uno va desgranando con sus palabras los sentimientos del corazón para ponerlos en manos de su Señor. Al final, un Padrenuestro y todos a dormir. Una enorme alfombra de estrellas servirá de techo protector hasta el día siguiente.
Día de fiesta El último día es muy especial. Las mujeres se levantan muy temprano para irse a lavar al río y acicalarse como si fuera un domingo. Hay que ponerse elegante porque se va a celebrar la Eucaristía de conclusión del retiro; una Eucaristía muy especial. Tras el té del desayuno, se ultiman las conclusiones del día anterior para que los compromisos adquiridos por cada comunidad queden bien claros. Luego viene el momento de la reconciliación: primero con Dios y luego con los hermanos. Son necesarias dos horas o más para hacer las confesiones. En ocasiones, dependiendo del sector, son cerca del centenar de personas para apenas dos sacerdotes. Todos se confiesan, porque todos quieren regresar a casa con el corazón limpio y el espíritu alegre. Pero no hay prisas; en África nunca hay prisa, las cosas importantes requieren su tiempo porque hay que vivirlas con toda su intensidad. Después, y de una forma sorprendentemente espontánea, se piden perdón unos a otros. Atrás queda el problema de las cabras que se comieron el mijo. Los antiguos adversarios se dan la mano en público y se comprometen a no volver a pelearse. Los aplausos y los “yuyús” (gritos de las mujeres) festejan y hacen de rúbrica a la reconciliación. La Eucaristía, celebrada de manera festiva como si fuera ya el domingo de Pascua, pone el broche de oro a tres días intensos, llenos de la presencia de Dios. Los cristianos han vivido su retiro y regresan al poblado cantando, orando, con el corazón lleno de alegría y la fe renovada. Ahora hay que poner en práctica lo vivido. Nos espera todo un año de esfuerzo, hasta el próximo retiro.

lunes, 9 de marzo de 2009

Un poco del universo de los nombres Ngambay

La primera vez que visitê Mbikou, las hermanas me presentaron a un lindo vecinito. Tenía dos años cuando se abriô la casa en octubre del 2003… ahora de 8 años, es un niño simpatiquísimo y muy inteligente, su nombre: NGONUMEL significa NO ES HIJO MIO.

La mamá le nombró asî ya que el hombre que lo engendró, no lo reconoció como suyo y los abandonó. De esta manera grabó en el pequeño la “desgracia”. Ella se casó con otro hombre y dejô al pequeño con su hermano que lo adoptó como hijo.
Nosotras lo llamamos Ngonum, quitando la negación ngambay “el, que hace la afirmación: HIJO MIO o NIÑO MIO.

Al iniciar el kínder parroquial, descubrimos con gusto su nombre completo: JEAN BAPTISTE NGONUMEL.

Como en muchas culturas del mundo, los Ngambay imponían el nombre tradicional al niño durante una ceremonia… en muchos lugares del sur del Chad ya no se hace, o se reserva para el primogénito. Es interesante el significado que tienen los nombres ya que estos:

*responderan a las circunstancias en las que los padres se encuentran o problemas relativos de su vida, ej.
  • LARGOTO: dinero (lar) no hay (goto), para describir su pobreza
  • DJANGELNODJI: abre (dja) el conocimiento (ngel) al amor (nodji), refiriéndose a la reconciliación que su nacimiento trajo entre las familias de los papâs.
  • MOREMEM: encarcelado (mor) mi corazón/vientre (mem) expresa el deseo de separarse y no poder.
*expresan la presencia o intervención divina ej. :
  • MBAYNDIGUIM o ALLANDIGUIM: Dios (mbay/alla) me ama (ndigui m)
  • NEKARELEMBAY: regalo (ne kare) de Dios (lembay)
  • DJIKOLMBAYE : el brazo (dji) derecho (kol) del señor (mbaye)
*expresan el deseo de los padres sobre el futuro del niño ej.:
  • DENEMADJI: mujer (dene) buena/honorable (madji)
  • NJERASSEM: el que (nje) hace (ra) conmigo (ssem) refiriéndose a que le apoyará en el trabajo
  • DINGAMADJI: hombre (dingam) bueno/honorable (madji)
*subrayan la situación de muertes en la familia, ej. :
  • KOURALEYO: compañero (koura) de la muerte (le yo)
  • TOLBEY: la muerte (tol) otra vez (bey)
*recuerdan una situación histórica ej.:
  • BALYODINGAM: el año (bal) de la muerte (yo) del hombre (dingam). Cuando inició la guerra.
El tema es muy complejo, lo que escribo es muy poco frente a la riqueza de significados e imágenes que encontramos en los nombres de la cultura ngambay. Cuando se presentan, pongo atención en los nombres y trato de descifrar su significado. Los ngambay se divierten cuando me ven haciendo este ejercicio de comprensión.
Alguno significados me resultan dramáticos: “el brujo aûn nos comera”, ”mi vientre está seco”, "desprotegida",… a veces son simples y frescos como alegría”, “paciencia”, "bondadoso" etc. He encontrado casos (resultado de la adhesión al cristianismo y del influjo de la “modernidad”) en que llevan un nombre cristiano y el nombre tradicional del papâ pasa a ser su apellido. Creo que poco a poco la costumbre ira cambiando y las imágenes seran menos “dramaticas” y mas positivas...Digo esto porque después de la iniciación tradicional se tiene la oportunidad de un cambio de nombre (también para el bautismo) y escogen nombres que por lo general expresan valores o anhelos positivos. En la biblia, encontramos a menudo el cambio de nombre ante la misión que se le asignaba a una persona para recordarle lo que estaba llamado a ser y a hacer.
En las reuniones de padres los invitamos a reflexionar sobre los nombres de sus hijos, para que en el futuro, elijan una significación positiva que les anime a convertirse en un hombre o mujer de bien.

Maritza y Ngonum

En el caso de Ngonumel, su nombre no ha sido determinante, es un niño feliz y líder natural. Disfruto cuando lo veo salir de la escuela descalzo, corriendo con sus “palitos de contar” en una mano y con la otra dirigiendo cantando a toda la tropa de chiquillos hacia la puerta, con una increíble sonrisa de inocencia y de confianza en si mismo.

Ngonum y su pandilla

Paula =)

MISION EN EL CHAD (presentado en la celebraciôn Jubilar de las HPSSC)

AUMENTAR SIN TERMINO EL NUMERO DE LOS AMIGOS DE DIOS

AUMENTAR SIN TERMINO EL NUMERO DE LOS AMIGOS DE DIOS
Evangelizar Africa con los africanos