Quisiera compartirles, algo que hay en mi corazón; aunque ya pasaron meses,
aún está muy impregnado en mí… En el mes de octubre tuvimos la presencia de nuestra hermana y compañera Maritza que se encuentra trabajando en las tierras Chadianas, del continente Africano.
Les relato brevemente nuestra experiencia…. Con el lema “Todos en misión” el
Colegio Cumbres comenzó una semana misionera en la cual toda la comunidad
educativa movió su corazón para aportar becas para los niños Chadianos.
La presencia de Maritza sensibilizó primeramente a nuestro personal docente que se motivó para hacer que de su corazón Regio brotara la caridad. Favoreciendo entre todos los niveles esta gran oportunidad para compartir.
Fue una semana intensa en donde desde los pequeñitos de preescolar y primaria prendieron lecciones de vida con el pequeño Kirikou, en un film que Maritza presentaba, donde se observaba la vida de un niño en África, tan necesitado de todo, pero que con una gran sonrisa decían a nuestros alumnos “Da gracias y valora lo que tú tienes y nosotros carecemos”.
En los rostros de nuestros adolescentes brillaba una luz de esperanza, luz de generosidad para tratar de brindar a aquellos pequeños del Chad algo esencial como es la educación, la salud, el alimento y la fe.
Vivimos un lapso de generosidad, donde cada niño, cada adolescente, cada padre de familia dio el corazón. Dios dio la gracia a algunos para compartir de lo suyo y ayudar haciendo presente su aportación de forma económica propiciando becas para los niños en este ciclo escolar. Y donde se percibió que todos llevamos el ser misionero desde nuestro bautismo. Por el hecho de ser hijos de Dios y querer compartir lo mejor de nosotros.
Gracias hermanas misioneras por compartir su experiencia con nosotros, gracias por hacernos ver que tienen la misión en la piel, tan dentro que les ha hecho capaces de olvidarse de sí y buscar siempre el bien del otro. En concreto descubriendo el rostro de Cristo en un niño que sufre del continente Africano.
Gracias mi querida Maritza por demostrarnos con tu vida que encuentra su plenitud cuando la desgastas por Cristo en los otros. Sé que vale la pena como dirías tú, “Vivir en la negrura y pronosticándote un futuro negro, pero siempre teniendo la presencia de Jesús que no falla”. Gracias mi hermana querida. Nuestro Colegio “Cumbres de Monterrey”, te lleva en el corazón.
Hna. Mercedes Flores (hpssc.)
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